ME LA CHUPÓ EN EL AUTO, PERO NO ME LA GARCHÉ

Usa condón con todas las mujeres, mi bro.

Sobre todo si garchas con diferentes y no quieres ser papá.

Tampoco quieres agarrarte una enfermedad.

Usa condón.

Sin embargo, ese no es el tema de este encuentro.

Cuando ya me la iba a garchar me di cuenta de algo.

Ella no me respetaba.

¿Por qué?

Por cómo me lo dijo.

Una cosa es que mientras te están besando te digan:

“Dime que tienes protección, por favor.”

Esto devela que te desea, que se muere porque se lo metas, pero le preocupa la seguridad.

Eso está perfecto.

Pero lo que esta nena en particular me dijo fue muy distinto.

Habíamos estado dando vueltas en el auto bastante tarde, tipo 11 pm.

Ella me había lanzado shit tests bastante fuertes.

Y yo los estaba pasando con seguridad, sin inmutarme.

Estaba fumando un habano cuando me testeó:

“¿Qué se siente tener un objeto en forma de pene en tu boca?”

Muchos hombres se habrían enojado o intimidado con esa pregunta.

Hubieran perdido el marco mental.

Yo simplemente respondí:

“¿Qué se siente un objeto? O sea, que estás acostumbrada a tener varios objetos.”

Y cambié la presión hacia ella.

“Claro, me gustan las orgías”, siguió ella, obviamente tirando una carnada beta.

Quería que yo babease con sus insinuaciones sexuales.

Yo le respondí con calma:

“Tu futuro esposo estará orgulloso.”

Ella ya se iba mojando al ver mi indiferencia.

Obviamente era una perra completa, jaja.

Puros fines recreativos.

Pero tenía un culo enorme y no me iba a perder de garchármela.

Mientras manejaba rápidamente por la autopista, ella me tocaba la pierna.

Metí mi mano directamente en su escote.

“Me estás manoseando”, me dijo, sorprendida.

“Querrás decir masajeando”, le dije yo.

“¿Y quieres que yo te masajee?”, respondió ya casi rindiéndose.

“Con la lengua en el glande”, le contesté con una sonrisa.

Me la chupó todo el camino al motel, mientras yo le metía la mano debajo de la tanga, sintiendo su humedad.

Tratando de no perder el hilo de las marchas (mi auto es de transmisión manual).

Sin embargo, ella debió sentir que me gustó demasiado.

Porque cuando llegamos al motel me dijo bruscamente:

“Si no te pones condón, no me la vas a meter.”

O sea, yo sé que debo usar condón.

No necesito que ninguna perra me lo diga.

Así que me empecé a vestir.

“¿Qué haces?”, me preguntó.

Sin responder, tomé las llaves del auto, bajé y lo prendí.

“¿Adónde vas?”, insistió.

Y la verdad me di cuenta de algo.

Por más que mi Juego estuvo muy bueno, esa mujer necesitaba nivel 3 de maltrato.

Es decir, básicamente que la mande al psicólogo.

Y ese día no estaba de humor para eso.

La dejé en su casa.

Ese día no me la garché.

Pero tranquilo.

A medianoche de otro día vino a mi casa.

Y me rogó que se lo meta.

Ese es el efecto que tiene el Juego.

Ese es el efecto que tiene tener una personalidad sexy y no estar desesperado por sexo.

Luego la ghostee sin piedad.

Fue hermoso.

Aprende la lección, bro.

Si no estás dispuesto a no garchár2tela para mantener tu dignidad, ninguna mujer te va a desear con deseo ardiente.

Si estás dispuesto a cambiar sexo por respeto, estás perdido.

Nunca lo olvides.

Si quieres aprender juego del VERDADERO,tienes ESTO para aprender desde cero

Un abrazo,

Tu hermano mayor,

 Iván Barca