LOS HOMBRES QUE ESPERAN, PIERDEN

Si crees que ser paciente te dará una oportunidad,

que ser "respetuoso" hará que ella te desee,

que "ir despacio" es lo correcto…

Ya perdiste.

Las mujeres no fantasean con el hombre que se contiene.

No se obsesionan con el tipo que no toma riesgos.

No mojan por el que espera el "momento correcto".

El deseo es acción.

Cuando una mujer sale contigo,

ya sabe si eres un hombre con huevos,

o un tipo que se autocensura.

Si no la tocas,

si no avanzas,

si no le dejas claro lo que quieres…

Te entierra en la categoría de “hombre inofensivo”.

/

Y desde ahí, no hay regreso.

Porque la mujer solo siente deseo

por el hombre que no teme avanzar.

El que toma su mano cuando quiere.

El que reduce la distancia sin dudar.

El que se acerca a su cuello

y le susurra lo que se muere por escuchar.

Y si ella pone un freno,

si finge sorpresa,

si actúa como si no lo hubiera visto venir…

No te asustes.

Es parte del JUEGO.

Su indignación es teatro,

su tensión es combustible,

su resistencia es el último hilo

antes de rendirse por completo.

Si no lo entiendes,

si te disculpas,

si retrocedes…

Nunca lo volverás a intentar.

El deseo es movimiento.

El deseo es contacto.

El deseo es un hombre

que no le pregunta a una mujer

si puede ser un hombre.

Si tienes que pedir permiso,

ya la perdiste.

Un abrazo.

Tu Hermano Mayor,

Iván Barca.