LEALTAD Y VERDAD

Si esperas que una mujer mantenga su palabra porque “llegaste a un acuerdo”

prepárate para la decepción.

99 de cada 100 veces, te fallará.

Para ellas, un cambio en sus sentimientos es razón suficiente para romper un acuerdo.

Así de simple. Lo llaman “prerrogativa femenina”:

Un término decorado, elegante.

Pero al final del día, solo significa capricho y falta de fiabilidad.

No te engañes. Esto no es malicia, no es algo planeado; es simplemente la forma en que se mueven desde tiempos inmemoriales.

Sus emociones gobiernan su lealtad, y esas emociones están en constante cambio.

Lo que ayer prometió y defendió…

Hoy puede ser irrelevante si su “chispa” ya no está ahí.

Por eso, como hombre, tu responsabilidad es administrar tu tiempo atención y emociones

Siempre se escéptico de las palabras de una mujer

Vas a necesitar manipular su estado de ánimo para que ella esté en un lugar emocional que le haga honrar esos compromisos.

Porque no puedes confiar en que lo hará por sí misma.

Entiende de una vez, ella no es tu igual

No puedes dejar este tipo de responsabilidad en sus manos.

Y si lo haces, estarás construyendo sobre arena: frágil, inestable, sin fundamento.

El verdadero liderazgo exige influencia, y la influencia, en realidad, es persuasión.

Y si te preguntas qué es la persuasión, te lo digo claro: es manipulación.

Ser líder no se trata de simplemente “dejar fluir” ni de confiar ciegamente.

Es manejar, influir y alinear a quienes te rodean.

Hacerlo de una manera justa, guiada, y enfocada al bien mayor.

Piensa dos veces antes de rechazar esta idea.

Pregúntate: ¿mi nena le mentiría a la ley para protegerme?

¿o me entregaría rápidamente?

Si tu mujer está obsesionada contigo te defenderá a muerte

y si te ve como burrito te mentirá para poder entregarte

Creer que se puede liderar sin manipular es una fantasía.

Una trampa de ingenuos.

Pero no tomes mi palabra al pie de la letra…

Prueba lo contrario y fíjate hasta dónde llegas.

El liderazgo real exige control, no confianza ciega.

algún día lo entenderás, espero no sea demasiado tarde

un abrazo

atte. Tu hermano mayor

Iván Barca