- Iván Barca Mafia
- Posts
- El Precio de No Tener un Plan
El Precio de No Tener un Plan
Una memoria que te quiero compartir

Esta fue una experiencia que me abrió los ojos.
Estaba en mi último año de secundaria, trabajando junto a mi hermano, quien estudiaba arquitectura. Nos dedicábamos a hacer planos, maquetas, cualquier trabajo que nos dejara algo de dinero.
Un viernes, dos chicas entraron a nuestra oficina con una urgencia: querían dos maquetas de diseño interior… ¡para el lunes!
El trabajo nos pareció un reto, y aceptamos sin dudar. Cobrar el anticipo nos dio confianza, y comenzamos de inmediato. Pero las chicas insistieron en algo una y otra vez, con una determinación casi obsesiva:
"Tiene que estar listo para el lunes a las 9 a.m."
Nos dedicamos a trabajar sin descanso, apenas durmiendo, y compramos todos los materiales necesarios. Pero el domingo a las 10 de la noche, después de haber gastado en proveedores y demás, el dinero casi se nos había ido por completo.
Nos quedaba una última decisión: reservar un par de dólares para comer el lunes… o invertirlo todo en el material final que hacía falta para la maqueta.
Decidimos arriesgarnos; al fin y al cabo, la entrega era el lunes y cobraríamos ese mismo día, ¿verdad?
Gastamos hasta el último centavo y terminamos justo a tiempo, a las 9 en punto. Esperamos, y esperamos. Al mediodía seguíamos sin noticias, sin un bocado.
Al llamar a las clientas, respondieron solo para informarnos que, finalmente, la entrega se había movido al jueves. Me fui a casa sin un centavo y sin probar bocado. Esa fue la primera vez que realmente sentí lo que era no tener nada.
PERO EN ESE MOMENTO COMPRENDÍ LO QUE TE QUIERO COMPARTIR:
La mayoría de ustedes, muchachos, están en una situación similar: viviendo al límite, sin prever. Están a un paso de la ruina sin siquiera darse cuenta.
Si yo hubiese enfermado ese día o sufrido algún accidente, simplemente no estaría aquí; podría haber terminado en la calle.
Así que escucha bien:
¡Comprométete a ordenar tu vida, HOY!
Haz el esfuerzo, y no me vengas con excusas como “pero Iván, ya me esfuerzo.”
Hacer lo mínimo, cumplir solo con tus tareas o con tus compromisos pequeños, no es suficiente.
La juventud no dura para siempre, y lo que hagas ahora definirá el resto de tu vida.
Es momento de asumir la responsabilidad, de madurar y convertirte en un verdadero hombre.
Porque el verdadero problema es que ni siquiera te has dado cuenta de todo lo que está en juego.
Espero que esta historia te haya ayudado a fortalecer tu marco mental,
un abrazo
atte. Tu hermano mayor
Iván Barca